5 consejos para fomentar buenos hábitos cocinando junto a tus hijos
Cocinar en familia puede convertirse en mucho más que un momento para compartir y divertirte con tus hijos, es también una maravillosa oportunidad para formar en buenos hábitos de alimentación y favorecer una buena nutrición. Además, la buena noticia es que no necesitas ser un experto para lograrlo.
A continuación, compartimos contigo 5 consejos que puedes llevar fácilmente a la práctica al cocinar y comer en familia:
1. Involucra a los niños en la selección y preparación de los alimentos
Es una actividad que contribuye a que se sientan parte de las elecciones y cada vez más responsables de su propia alimentación. Por otra parte, cuando los niños participan en la preparación de una receta en familia, no solo desarrollan su destreza manual, sino que también es más fácil que interioricen buenos hábitos de alimentación, de higiene y normas básicas de seguridad en la cocina.
Por otra parte, hacer juntos las compras o alistar los ingredientes que ya están en casa puede ser una experiencia enriquecedora: escoger alimentos, compararlos o describir sus características puede llegar a ser un ejercicio que te brinde la oportunidad de enseñarles sobre cómo identificar la calidad de los alimentos, explicarles dentro de la rutina algunas pautas de seguridad como revisar las fechas de vencimiento o leer la información nutricional, o hablar sobre el manejo cuidadoso de los elementos y utensilios de la cocina.
2. Incluye variedad de ingredientes
Experimenta incluso probando con alimentos hasta el momento desconocidos para ti o tu familia o dándole oportunidad a los menos favoritos de todos; esto facilita que los niños se familiaricen y estén dispuestos a probar esos alimentos en un ambiente positivo y relajado. Preparar alimentos puede también convertirse en una experiencia que estimula el desarrollo de todos los sentidos, ya que tanto en la cocina como en la mesa los niños pueden descubrir no solo sabores, sino también aromas, texturas y colores.
¿Sabías que está comprobado que cuando los niños ayudan a sus padres a cocinar sus propias comidas comen más ensalada y más de proteína que aquellos que no lo hacen? Así que prueba dándoles la oportunidad de crear sus propias combinaciones de frutas y vegetales en la elaboración de una ensalada, por su facilidad de preparación, variedad de texturas y colores, resulta muy atractiva y contribuye a incrementar de forma significativa el consumo de este tipo de alimentos, labor que algunas veces resulta ser un gran reto para los padres.
Conoce más aquí sobre el habito de escoger variedad y nutrición
3. Da ejemplo
Empezando por hábitos básicos de higiene como el lavado de manos o mostrando cual es el uso seguro de los elementos y utensilios en la cocina y en la mesa. Comer en familia es también un momento propicio para dar buen ejemplo y ayudar a tus hijos a identificar el tamaño de las porciones adecuadas de los diferentes alimentos. Es fundamental que te conviertas en el modelo a seguir, siendo tú el primero en tomar más agua durante la jornada culinaria y procura evitar expresar tus propios juicios de valor sobre los alimentos mientras los estás preparando. Recuerda que comer en familia genera el espacio para que los niños observen e imiten los comportamientos de los adultos; así que, si te ven disfrutar al comer lechuga, espinacas o brócoli, es más probable que ellos también lo hagan. ¡Tú siempre serás su mejor ejemplo!
Conoce más aquí sobre el hábito comer y cocinar en familia
4. Asigna roles a los niños
Acordes a su edad dentro de las tareas culinarias. Explica los pasos a seguir y decidan juntos como se distribuirá el trabajo.
Los niños más pequeños pueden por ejemplo trozar alimentos con sus manos o ayudar a amasar mientras estimulan sus sentidos creando formas y sintiendo nuevas texturas; los más grandecitos por ejemplo, al servir porciones apropiadas incluso pueden poner en práctica sus conocimientos matemáticos usando fraccionarios, calculando o comparando proporciones; o hacer pequeños experimentos al pesar o medir cantidades y mezclar ingredientes mientras preparan sus galletas favoritas.
Es importante para evitar que se aburran o pierdan el interés que tengas en cuenta asignar tareas de corta duración.
5. Crea historias
Leer una receta puede ser el punto de partida para hablar sobre el origen de los alimentos y los diferentes beneficios que cada uno de éstos nos brindan cuando los consumimos. Mientras cocinan, los niños tienen la oportunidad de manifestar toda su creatividad; durante la preparación trabajando juntos, pueden crear el reparto de una historia asignándole a cada uno de los ingredientes un personaje: que tal por ejemplo contar la historia de la zanahoria con visión poderosa, o hablar sobre las naranjas y su escudo de protección; y mientras siguen el paso a paso de la preparación pueden desarrollar el guion de un cuento. ¡El único límite para compartir un tiempo muy entretenido y especial será la imaginación!
Divirtiéndose juntos al cocinar y comer en familia, tus hijos se van habituando a consumir variedad de alimentos de diferentes grupos, además adquieren habilidades para identificar las porciones apropiadas y se vuelven conscientes de la importancia de alimentarse de forma adecuada para crecer y mantenerse saludables.
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