Juegos de concentración para tus hijos
Los niños a veces deben batallar con la dificultad de concentrarse. Para evitar que este problema crezca, es una buena idea lograr que la concentración se convierta en una habilidad duradera. Conoce en esta nota algunas pautas que te ayudarán a mejorarla
El enfoque es una de las habilidades más esenciales en los niños. A través de ella pueden prestar atención a las tareas que tienen en frente y dedicarles el tiempo suficiente para llevarlas a cabo con la calidad necesaria. Sigue leyendo para descubrir juegos de concentración que puedes practicar en la cocina junto a tu hijo.
¿Cuál es la importancia de la concentración en los niños?
Es un elemento que ayudará a los niños a enfrentarse a los retos del día a día. Piénsalo bien, la distracción es algo normal y que está presente a lo largo de nuestra rutina. Tan solo utilizando los celulares o aplazando un poco las tareas, perdemos poco a poco algunos minutos que luego son necesarios para cumplir con todo lo que teníamos planeado.
En este sentido, la concentración no solo ayuda a que tus hijos cumplan con el cronograma que tienen en su cabeza, sino que también les permite comprender de forma precisa conceptos complejos que de otra manera tardarían en entender.
Cada aprendizaje nuevo que adquieren los niños requiere de un almacenamiento de información a corto y largo plazo. Por eso, tanto el enfoque como la concentración aseguran un mayor entendimiento del esquema de las cosas y permiten leer el contexto de acuerdo con los elementos del entorno.
Consejos para mejorar la concentración en los niños
Aunque más adelante te compartiremos algunas actividades que puedes poner en práctica, lo cierto es que los hábitos positivos son estrategias que te ayudarán como padre de familia a mejorar estas capacidades. Lo mejor es que no implican un esfuerzo alto, solo necesitas aplicarlos con constancia, dedicación y responsabilidad.
• Manejo del estrés:
Enséñale a tu hijo a parar cuando sienta que está abrumado. Demuéstrale que no es un error detenerse por un momento y dedicarse un par de minutos a respirar, concentrarse en el presente y sentirse de nuevo tranquilo y en calma para retomar sus tareas.
• Hábitos del sueño:
No dormir bien trae más consecuencias negativas de las que crees. Una buena noche es sinónimo de estar enfocado y con la energía necesaria para enfrentar las tareas del día a día. Recuerda que los niños de 6 a 12 años deben descansar al menos 9 horas, mientras que los que tienen 13 años en adelante necesitan asegurar como mínimo un periodo de 8.
• Limita el uso de aparatos electrónicos:
Utilizar pantallas por un tiempo prolongado disminuye la capacidad de atención e incluso puede hacer que se convierta, a futuro, en la única estrategia a través de la cual los niños son capaces de manejar los momentos de estrés. No los premies o castigues con estos dispositivos. Más bien, fija tiempos precisos y cúmplelos.
Aunque hay más herramientas que puedes poner en práctica, seguir algunas de estas recomendaciones podrá hacer que los momentos de concentración aumenten y tu hijo se sienta en mejor disposición para cumplir con los retos que se proponga tanto en el estudio como en los deportes.
5 juegos de concentración perfectos para tus hijos
¿Sabías que con los elementos de tu cotidianidad puedes fomentar la atención en tu hijo con facilidad? Úsalos a tu favor y comprueba por qué estas herramientas son tan valiosas para apoyar la concentración de tu niño. Aquí te brindamos un par de ideas, atrévete a probarlas:
1. Reconoce tu plato
Para esta actividad solo necesitas marcadores borrables. Toma la mano de tu hijo y pinta con colores diferentes los grupos principales de alimentos (proteínas, carbohidratos, frutas, verduras, etc.) de acuerdo con las medidas recomendadas por las instituciones públicas como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. También, puedes seguir las recomendaciones que nuestros especialistas dan en este vídeo
Luego de que hayas marcado cada porción en la palma de la mano, pídele que te acompañe a servir el desayuno, almuerzo o cena. La idea es que distribuya su plato aplicando las medidas que le enseñaste en el primer paso. Así podrás comprobar si tu hijo colocó suficiente atención a lo que le estabas diciendo.
2. ¡Adivinar y aprender!
Nuestros sentidos siempre están alertas, pues son lo que nos permiten leer el contexto e identificar signos de alarma. Por eso, al quitar o limitar alguno, logramos que los demás incrementen sus capacidades. En este sentido, un juego divertido puede ser poner en frente de tu hijo alguna comida que le prepares y vendarle los ojos.
Después, dale pequeños bocados y pídele que adivine de qué alimento se trata. La concentración debe ser máxima para identificar si es un huevo, una arepa o una fruta. Si quieres aumentar un poco la complejidad, recomiéndale que además del ingrediente te diga si es dulce, salado, amargo, ácido o umami.
3. Palabras encadenadas
Este es un juego divertido que no solo contribuye a mejorar la concentración, sino que también le ayudará a desarrollar vocabulario y reconocer los objetos cotidianos de su entorno. Comienza diciendo en voz alta una palabra relacionada con el contexto de la cocina, por ejemplo, “tomate”.
Luego, el niño debe nombrar algún elemento que comience con las dos últimas letras de la palabra que dijiste, puede decir “tenedor” y después tú podrías mencionar “organizador” u “orégano”. Pierde quien no logre seguir la cadena y se quede callado por más de 10 segundos.
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Fuentes: